Tengo miedo a…

(Originalmente pertenecía al carnaval de blogs #ElTemadelaSemana de Papás Blogueros)

Una de esas cosas de las que tampoco suele hablarse respecto a la paternidad/maternidad es que también conlleva otro efecto secundario: el miedo.

Miedo a que tu hijo sufra, a que reciba algún tipo de daño. Miedo a no saber cómo reaccionar frente a una situación inesperada. Miedo a dejarlo en manos ajenas, que no sepan entender ni comprender sus necesidades. Miedo a que se sienta abandonado, desprotegido, solo…

Tenemos miedo, sencillamente, porque amamos con locura a nuestros hijos. Porque, desde un punto de vista biológico, estamos programados para proteger a nuestros pequeños, para atenderlos y para asegurarnos de su bienestar –de hecho, incluso nuestros niveles hormonales se reajustan para ello–.

Sin embargo, a nivel personal, si hay algo que me provoca auténtico pavor, es no ser capaz de ser el tipo de padre que realmente necesita M. Provocar en él, sin ser consciente de ello, y con toda mi mejor fe, algún tipo de problema, de limitación psicológica, que tenga que afrontar en solitario cuando llegue a la edad adulta.

Sobre todo, porque yo he vivido (y sigo viviendo) con ello, y no quiero que él tenga que cargar con el tipo de mochila que he tenido que llevar yo a la espalda. Quiero lograr que se sienta feliz. Libre. Pleno.

Es un miedo que no me atenaza, sino que me impulsa, me da energías para seguir mejorando como padre. Para reflexionar, día a día, sobre mi relación sobre M. Y para esforzarme en comprender sus ansiedades, sus necesidades, sus miedos, sus limitaciones… Porque quiero poder estar ahí, siempre a su lado, cuando y como me necesite.

14 comentarios en «Tengo miedo a…»

  1. Muy identificada con tu publicación. Los miedos más importantes siempre son por y para el bienestar de nuestros hijos, y de acuerdo con los comentarios de las compañeras, el miedo es lo que demuestra que nos preocupamos por ellos y estar alerta para darles siempre lo mejor de nosotros mismos. Un abrazo!

  2. Definitivamente todos tenemos esos miedos y, como dices, si los tenemos es porque nos preocupamos, porque les queremos y, por tanto, ya empezamos con buen pie. Mucho ánimo, seguiremos trabajando en ello. Pensar sobre la crianza y no querer que carguen con algo malo en su mochila por nuestra culpa es el primer paso para hacerlo bien.

  3. Ese aspecto me preocupa claro, pero lo hago lo mejor que puedo cada día, pero no soy un padre perfecto, y dándoles cariño y siendo comprensivos no creo que les dejemos ninguna mochila, pero nunca se sabe, cada persona es un mundo, y ellos también.

  4. ¡Guau! ¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios! Me emociona recibir tanta respuesta.

    Efectivamente, sentimos miedo porque amamos, y precisamente porque amamos debe ser un impulso, un empujón, y jamás debería paralizarnos ni cortarle las alas a nuestros hijos.

    Ser padre es una experiencia maravillosa, pero también es una de las responsabilidades más grandes (si no LA MÁS grande) que se pueden asumir. Y creo que hay que ser muy consciente de ello, y obrar en consecuencia: eso nos obliga, como padres y como padres, a crecer y a mejorar cada día.

  5. creo que los miedos que impulsan son buenos, porque nos llevan un pasito más allá, nos llevan a la superación. Los que no me gustan son los que bloquean. Un abrazo!

  6. completamente de acuerdo con tu miedo… yo pongo las noticias y me da pánico solo de pensar que mi hijo pudiera ser protagonista de alguna… pero quiero pensar que tenemos el poder de educarles para que en la medida d elo posible se mantengan siempre a salvo :):)

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